No debería extrañarte ni pensarte.
Ni una lágrima derramar por ti.
Ni una copa más en tu nombre.
Podría reírme de tu desgracia.
Pero con las piedras tropezamos todos.
Preguntale a la Luna fiel compañera de mis noches, en las cuales recorría las calles,en búsqueda de alguna huella tuya.
A las estrellas, esas que iluminaban mi camino y me llevaban a casa,eso si ni tan sano ni tan salvo.
A las paredes,las únicas que escucharon mis lamentos.
A la ciudad que no tiene la culpa de mis culpas.
A nadie sino quieres enterarte.
Eso si a mi no me preguntes.
19.11.08
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1 comentario:
Que B E L L O...
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